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DIDÁCTICA de la FILOSOFÍA

A PROPÓSITO DE LA FILOSOFÍA PRÁCTICA

A PROPÓSITO DE LA FILOSOFÍA PRÁCTICA

Soy un convencido de que toda filosofía de verdad es filosofía práctica. A diferencia de otros saberes que permiten una escisión entre sujeto y objeto de conocimiento, la filosofía implica siempre toma de conciencia y en esa medida reapropiación. Por ello es un saber radical, o sea desde la raíz, y, como decía Marx, "en las raíces de todas las cosas está el hombre".
¿Significa eso que el movimiento de filosofía práctica es superfluo o mero embalaje comercial? No. Hoy día el verdadero ethos filosófico ha sido traicionado por la Academia, que la recluye como una suerte de saber especialista, precisamente cuando la filosofía se especializa en no especializarse para así estar abierta a la constelación de conocimientos que aportan los saberes de primer grado. El espíritu de seriedad ("la señal de que no se ha comprendido nada", Cioran), la situación de confort y molicie en la que vive el titular de Facultad, convierten la práctica filosófica en un perpetuo comentario de comentario de textos, regido por la divisa "citaos los unos a los otros". La jerga pedante y hermética constituye otro rasgo idiosincrásico de un juego autorreferente y, eo ipso, estéril.
Ante tal escolástica formal y perversa sólo cabe saludar con entusiasmo un proyecto que viene a regenerar a la reflexión filosófica, al reconciliarla con el humus social del que nace y enfatizar su vocación de servicio al hombre.
De ahí el acierto de incluir, al menos en España, en el mismo movimiento actividades aparentemente tan diferentes como los cafés filosóficos, la filosofía para niños o el asesoramiento filosófico. Como en los orígenes, volvemos a descubrir que filosofía y democracia no son más que dos caras de la misma moneda.
Es cierto que toda novedad invoca a los oportunistas, pero es de esperar (en el doble sentido de `espera´ y `esperanza´)que el rigor acabe imperando.

Carlos Estacio

5 comentarios

Ricardo -

Buenas. Me interesa mucho el punto de vista según el cual la filosofía, si se precia de ser auténtica, ha de ser filosofía práctica. Pero la duda que se cierne sobre mi es la siguiente: que pasa con las disciplinas consideradas tradicionalmente como más abstractas? me refiero en particular a la metafísica. Cuál es el valor práctico de una discusión v.gr. en torno a la univocidad o no del ser, o la teoría de la intencionalidad de la conciencia?. Cómo se enlaza eso con la práctica? Es fácil afirmar que la filosofía cristaliza en la práctica cuando se habla, por caso, de la axiología o la filosofía política. Agradecería orientaciones.

Ana María -

Precioso. Enhorabuena.

ANdrés Gómez -

Me parece muy interesante.
Me ha animado a leer algo de filosofía práctica, ya que hasta ahora era bastante escéptico.
Gracias.

Carlos Estacio -

Con la filosofía nace un estilo de vida basado en el "dar razones de las cosas". Todo lo que se pretenda que sea aceptado debe ser justificado racionalmente, debe mostrar que es preferible al argumento contrario.
Ese modelo aplicado a la convivencia humana se llama democracia.
Ambos comparten la misma enemistad contra autoridad, tradición y creencia infundada.
Por eso no es extraño que sean dos fenómenos que nacen en el mismo espacio (Grecia) y tiempo (a partir del siglo VI).
Cualquier práctica que mejore las capacidades de la ciudadanía en el filosofar (persuadir y ser persuadido, pensar con conceptos abstractos, dialogar, rechazar falacias y falsas evidencias, investigar con rigor, expresar con precisión...) revierte automáticamente en calidad democrática.
En este sentido es digna de reseñar la tesis de Kant de que "sólo el uso público de la razón traerá la verdadera Ilustración a los hombres".
La filosofía práctica va en el buen camino, especialmente, para mí, los cafés filosóficos y la filosofía para niños: filosofía en acción, democracia en marcha.

Anónimo -

No entiendo porque democracia y filosofía han de ser las dos caras de una misma moneda.
En lo demás estoy básicamente de acuerdo.
Saludos.