El humanismo burgués... ¿os suena?
En sustancia, el humanismo burgués no era otra cosa que el pleno poder para imponer a la juventud los clásicos obligatorios y para declarar la validez universal de las lecturas nacionales. De acuerdo con ello, las propias naciones burguesas serían hasta cierto punto productos literarios y postales: ficciones de una amistad predestinada con lejanos compatriotas y amables círculos formados por los lectores de ciertos autores comunes-propios que ellos consideran fascinantes por antonomasia.
Peter Sloterdijk, Normas para el parque humano,
Madrid, Siruela, 2000, pág. 27
Peter Sloterdijk, Normas para el parque humano,
Madrid, Siruela, 2000, pág. 27
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alejandro otero -