Los nuevos bárbaros
A continuación transcribo un artículo de Ángela Vallvey, publicado el 12/06/05 en La Razón. Creo que no añade ningún argumento nuevo pero despierta alguna emoción:
El Ministerio de Educación quiere cargarse la Filosofía de los planes del bachillerato, junto a la Literatura y cualquier cosa que huela a Humanidades. Va camino de salirse con la suya. A la LOGSE se le han caído algunas siglas y ahora tenemos la LOE a secas. La simpleza está de moda: cuantas menos letras mejor, cuantas menos ideas mejor. La Ilustración nunca ha sido lo nuestro. En España perdimos el tren ilustrado, y a estas alturas preferimos los vuelos de bajo coste.
Los profesores de Filosofía, Latín, Griego, Lengua están literalmente aterrorizados con los objetivos del Ministerio. Como se montó un pequeño escándalo al saltar la noticia de que las leyes educativas caminaban sin rubor ni vergüenza hacia la eliminación de las Humanidades, hubo una rectificación de nuestras queridas autoridades y se firmó un pre-acuerdo que, de momento, no soluciona nada pero que, eso sí, supone grandes concesiones hacia la Educación para la ciudadanía que, según algunos profesores, es algo así como adoctrinamiento político al viejo estilo de la rancia Formación del Espíritu Nacional en versión políticamente correcta. Parece evidente que nuestros gobernantes están empeñados en cargarse la Formación del Espíritu Crítico en aras de otras formaciones en las que pesa más la desinformación y la tontería. En vez de dotar a los alumnos de los recursos intelectuales básicos con que construir análisis de la realidad para ser ciudadanos conscientes y libres, difícilmente manipulables, el estado se dispone a amamantar en sus senos grandes hordas de nuevos bárbaros. Un profesor de Filosofía me escribió diciendo: pocos son los que ven qué clase de agresión al pensamiento crítico representa esta persecución política. ¿Dónde están los humanistas? Estoy desolado.
Si se cumple la LOE, sobrarán más de la mitad de los profesores de Filosofía. ¿Qué destino les tendrá preparado el Ministerio a esos funcionarios? ¿Conserjes, profesores de Pre-tecnología expertos en pajaritas de papel..? ¿Explicarán el funcionamiento del mando a distancia en vez de La República de Platón? ¿Servirán de pastores de rebaños de criaturas ociosas, encolerizadas y borricas, que simplemente hacen tiempo en el instituto antes de volverse a casa a desfogar mirando la tele o pegándoles a sus padres? ¿Esos son los ciudadanos que quieren nuestros gobernantes: bárbaros, iletrados, tontos y malos? ¿Y qué harán con ellos, a qué guerra o a qué supermercado futuros pretenderán enviarles sin rechistar?
Puestos a reducir siglas, ideas y pensamientos, propongo que el Misterio de Educación pase a llamarse Misterio de Educación. Las palabras según nuestras autoridades educativas-, importan un bledo: pues que empiecen quitando esas dos letras y dejen el resto de las Letras tranquilas que, entre unos y otros, bastante las han fastidiado ya.
Antonio Pino
El Ministerio de Educación quiere cargarse la Filosofía de los planes del bachillerato, junto a la Literatura y cualquier cosa que huela a Humanidades. Va camino de salirse con la suya. A la LOGSE se le han caído algunas siglas y ahora tenemos la LOE a secas. La simpleza está de moda: cuantas menos letras mejor, cuantas menos ideas mejor. La Ilustración nunca ha sido lo nuestro. En España perdimos el tren ilustrado, y a estas alturas preferimos los vuelos de bajo coste.
Los profesores de Filosofía, Latín, Griego, Lengua están literalmente aterrorizados con los objetivos del Ministerio. Como se montó un pequeño escándalo al saltar la noticia de que las leyes educativas caminaban sin rubor ni vergüenza hacia la eliminación de las Humanidades, hubo una rectificación de nuestras queridas autoridades y se firmó un pre-acuerdo que, de momento, no soluciona nada pero que, eso sí, supone grandes concesiones hacia la Educación para la ciudadanía que, según algunos profesores, es algo así como adoctrinamiento político al viejo estilo de la rancia Formación del Espíritu Nacional en versión políticamente correcta. Parece evidente que nuestros gobernantes están empeñados en cargarse la Formación del Espíritu Crítico en aras de otras formaciones en las que pesa más la desinformación y la tontería. En vez de dotar a los alumnos de los recursos intelectuales básicos con que construir análisis de la realidad para ser ciudadanos conscientes y libres, difícilmente manipulables, el estado se dispone a amamantar en sus senos grandes hordas de nuevos bárbaros. Un profesor de Filosofía me escribió diciendo: pocos son los que ven qué clase de agresión al pensamiento crítico representa esta persecución política. ¿Dónde están los humanistas? Estoy desolado.
Si se cumple la LOE, sobrarán más de la mitad de los profesores de Filosofía. ¿Qué destino les tendrá preparado el Ministerio a esos funcionarios? ¿Conserjes, profesores de Pre-tecnología expertos en pajaritas de papel..? ¿Explicarán el funcionamiento del mando a distancia en vez de La República de Platón? ¿Servirán de pastores de rebaños de criaturas ociosas, encolerizadas y borricas, que simplemente hacen tiempo en el instituto antes de volverse a casa a desfogar mirando la tele o pegándoles a sus padres? ¿Esos son los ciudadanos que quieren nuestros gobernantes: bárbaros, iletrados, tontos y malos? ¿Y qué harán con ellos, a qué guerra o a qué supermercado futuros pretenderán enviarles sin rechistar?
Puestos a reducir siglas, ideas y pensamientos, propongo que el Misterio de Educación pase a llamarse Misterio de Educación. Las palabras según nuestras autoridades educativas-, importan un bledo: pues que empiecen quitando esas dos letras y dejen el resto de las Letras tranquilas que, entre unos y otros, bastante las han fastidiado ya.
Antonio Pino
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Nuska -