Analizar un problema (por Martha Boeglin)
Como veréis, hace falta a veces tiempo para poder reconocer el problema de fondo. Hay que saber distinguirlo del síntoma (la parte visible del iceberg). Es solamente cuando el problema de verdad se identifica, cuando podéis formularlo -definirlo- y proceder a un análisis.
Para hacer esto, es importante identificar tanto las causas como los efectos. Un estudio de caso, como punto de partida, al comienzo, puede ilustrar vuestro análisis, puede ser útil.
Procurad siempre establecer una relación entre el estudio de caso y vuestro análisis: sea que ilustréis un análisis con un caso concreto -hará falta vigilar que el caso sea una ilustración de vuestro análisis y no de otro problema; sea que partáis de un estudio de caso para analizar un problema -prestando atención, en detrimento del caso concreto, a poner en evidencia los elementos que recuperáis en vuestro análisis de un modo más abstracto.
En general, un análisis de problema, si está bien realizado, os permite obtener una solución o los elementos para responder. Así no hace falta comenzar directamente en el análisis, podéis tratarlo o no.
Podéis, por ejemplo, utilizar el esquema de arriba para separar bien unas etapas de otras.
Podéis analizar el problema en los dos sentidos: comenzando por la definición del problema, lo analizado, para ilustrar vuestro propósito por un estudio de caso; tomando un estudio de caso concreto para pasar a un nivel de abstracción que os conducirá a la definición del problema.
Martha Boeglin, Lire et rédiger à la fac. Du chaos des idées au texte estructuré,
Paris, LEtudiant, 2005, pp. 154-5
(traducción: CP. Los defectos del texto son imputables al traductor).
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wilmer sanchez -
Cordero -
CarlosP -