El profesor
"Ya llegan.
Y yo no estoy preparado.
¿Cómo iba a estarlo?
Soy un profesor nuevo, y estoy aprendiendo con la práctica".
Así empieza este relato autobiográfico de treinta años pasados en los institutos públicos de Nueva York. El autor mundialmente famoso de Las cenizas de Ángela, mezcla melancolía e ironía y compone un relato agridulce que suena a verdadero desde la primera página, a experiencia auténtica, a práctica real, a alguien que habla de las aulas después de haber gastado en ellas media vida.
Entretenido, instructivo, un texto que hace pensar, un relato que estimula, una novela que celebra nuestra profesión, con su miel y con su hiel. Una recreación de la LOGSE (o algo así) en la escuela pública americana entre los años 50 y 80.
Imprescindible.
8 comentarios
Anónimo -
jovialmente subversivas pero de realidad jactanciosa y previsible, me parecen la continuación de la alienación por otros medios. Si en tiempos de Paquito se fomentaba la tuna como "rebeldía oficial", hoy día el modelo no anda lejos de raperos, botelloneros y graffiteros. Éste es un buen ejemplo.
Y sí, en este contexto huérfano de verdadera creación y pletórico de manierismos postizos, las andanadas intempestivas del Steiner y del Bloom tienen su gracia, aunque al primero le falta un buen polvo y al segundo un rapapolvo.
Luis -
gabriel -
Herr Estacio -
Felicidad -
Si uno aprende a leer con Dickens es normal que lo imite.
Si quieres pelea te espero en la puerta.
(¡Cómo te voy a echar de menos so petardo!)
gabriel -
gracias, luis
Profesor Portillo -
Habrá que buscar el libro.
samuel izquierdo -