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DIDÁCTICA de la FILOSOFÍA

Lecturas recomendadas

¡El nuevo libro del radiofonista pirado!

¡El nuevo libro del radiofonista pirado! Me he permitido capturar de la página de Ediciones Aljibe esta información. Supongo que no les importará un poco de propaganda extra.

Se trata del nuevo libro de Chema Sánchez Alcón. Espero que sea como el del radiofonista por lo menos.

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Las aventuras filosóficas de Toni Tonel. Un extraño viaje a la isla de los pensamientos perdidos
Chema Sánchez Alcón
Libro de literatura juvenil, donde se explica que la Historia de las Ideas Filosóficas está repleta de historias y de personajes fantásticos ideados por las mentes de los filósofos para explicar sus teorías. Algunos de los personajes son los protagonistas de esta obra tales como el MOSCARDÓN socrático, el SUPER-HOMBRE nietzscheano, EL RÍO QUE HABLA heraclitiano, la CAVERNA platónica o el mismo TONI TONEL, alter ego de aquel filósofo cínico que vivía metido en un tonel, el ínclito Diógenes... Todos ellos aparecen (y desaparecen) en la obra para plantearle al lector atento algunas preguntas inquietantes: ¿Qué pasaría si los pensamientos pudieran verse en un espejo? ¿Qué pasaría si los espejos reflexionaran antes de devolvernos las imágenes? ¿Es real la realidad? ¿Hay algo detrás de lo que vemos? ¿Y si existiera un mundo ideal, perfecto, habitado por nuestros pensamientos? Sólo hay un modo de saberlo. Iniciar el viaje filosófico más extraño jamás contado, el viaje al País de los Pensamientos Perdidos.
Temática: Infantil y Juvenil
ISBN: 84-9700-259-8
Año: 2005
Páginas: 128

Paradigmas filósoficos

Paradigmas filósoficos Las consolaciones de la Filosofía
Alain de Bottom

Madrid, Taurus, 2001

“Vana es la palabra de aquel filósofo que no remedia ninguna dolencia humana”

Con esta cita de Epicuro se presenta esta obra que fue el primer libro que me puso en contacto con la práctica filosófica. No es un tratado epistemológico sobre la cuestión. No es un libro muy “técnico” o sesudo. Pero es un libro ameno e interesante, de muy fácil lectura. Por eso lo reseño y recomiendo como una buena introducción.
De Bottom, puede ser con Lou Marinoff, el filósofo práctico más reconocido de la actualidad. Autor de éxito, ha realizado también series documentales para la BBC basadas en su obra y es investigador adjunto del programa de filosofía de la Escuela de Estudios Avanzados de la Universidad de Londres.

El Título

En efecto, Boecio. Anicius Manlius Torquatus Severinus, político y filósofo romano nacido el 480 y hombre feliz hasta el año de su caída en desgracia, el 522, acusado de conspiración contra el rey Teodorico. Encarcelado en Pavía, escribe su famoso De consolatione philosophiae, junto con la Biblia el libro más leído en la Edad Media. De él tenemos tenemos una resonancia (poco eufónica en cuanto a la traducción) en el título de la obra de de Bottom.

El Contenido de la obra

Seis capítulos sin un sólo prefacio o introducción, sin epílogo o resumen. Seis problemas, seis filósofos, seis formas de enfrentarse a otras tantas dolencias comunes: la impopularidad, la falta de recursos materiales, la frustración, la ineptitud, el corazón partido, la desgracia. En cada parte tenemos la descripción de un conflicto y su afronte paradigmático, el análisis de ciertos males humanos y su tratamiento doctrinal. Seis doctrinas y seis vidas que se cuentan y exploran, se juzgan y se explican y parecen servir para cumplir con esa intención práctica. Sócrates, Epicuro, Séneca, Montaigne, Schopenhauer y Nietzsche. Buena panoplia. La filosofía, en suma, y su propósito más importante: ayudarnos a vivir mejor.

El primer capítulo está dedicado a Sócrates y a la lección practica que entraña su valerosa asunción de la muerte. El tema, claro, es la fortaleza de las propias convicciones y nuestra fidelidad a ellas. ¿Qué lleva a un hombre a la entereza que demostró en el juicio y en el cumplimiento de la condena? Sin duda, la filosofía. La filosofía que había provisto al filósofo ateniense de la confianza racional necesaria para afrontar la desaprobación social y la condena del estado. La misma filosofía que le había llevado a ejercer la crítica y a cuestionar el statu quo que asocia lo corriente con lo correcto.

El segundo capítulo versa sobre Epicuro y el modelo de vida sencilla y placentera que nos proporcionan con su vida y su obra. Consuelo para la vida sin recursos es el examen racional de nuestros deseos y de las auténticas fuentes de la vida feliz. El análisis sereno de Epicuro apacigua el espíritu y nos convence de que los gustos simples producen igual satisfacción que un tren de vida suntuoso. “A quien un poco no basta, a ése nada le basta” -decía el maestro de El Jardín. La felicidad puede ser difícil de alcanzar, pero los principales obstáculos no son, sin duda, materiales.

El tercer capítulo está dedicado a nuestro paisano, el filósofo cordobés Séneca. Hombre de fuste y final socrático, su obra nos sirve para luchar contra la frustración, en cuyo corazón anida siempre una estructura básica: la colisión de un deseo con una realidad inquebrantable. Para Séneca, si alguna posibilidad tenemos de alcanzar la sabiduría es aprendiendo a no agravar la terquedad del mundo mediante nuestras propias reacciones. Soportamos mejor aquellas frustraciones que comprendemos y para las que nos hemos preparado. Nos causan más daño, en cambio, aquellas que no esperábamos y no acertamos a comprender. La filosofía ha de ayudarnos reconciliándonos con las auténticas dimensiones de la realidad, para así ahorrarnos, si no la propia frustración, al menos la corte de emociones perniciosas que la acompañan.
Pero no basta con esto, ni se pretende en el estoicismo que aceptemos sin más todas nuestras desdichas. Pocas serían en ese caso las conquistas humanas. El motor de nuestro ingenio es la pregunta "¿tiene que ser así?", de la que se derivan reformas políticas, avances científicos, relaciones perfeccionadas o mejores libros. Por desgracia las facultades mentales consagradas a la búsqueda incesante de alternativas son difíciles de detener. La sabiduría consiste en discernir cuándo somos libres de moldear la realidad según nuestros deseos y cuándo hemos de aceptar con tranquilidad lo inalterable.

El cuarto capítulo nos habla de Michel de Montaigne, hombre de vida acomodada, gran lector, que encerrado en su torre biblioteca era feliz. La lectura era el consuelo de su vida, en efecto, pero el Montaigne lector declara: “Sólo me agradan a mí los libros amenos y fáciles, que me divierten, o aquellos que me consuelan o aconsejan para ordenar mi vida y mi muerte”. No hay nada más afín a la filosofía práctica.
De Montaigne considera la peor de nuestras enfermedades el autodesprecio. Nadie hay completamente inepto para ello. Su obra es útil para ponernos en el lugar adecuado, ni muy alto ni muy bajo, ni muy espiritual tampoco. Nuestra existencia corporal es una parte esencial de nuestro ser, no hay ignominia en ello. El cuerpo no puede ser negado ni superado. Sí pueden, en cambio, superarse los prejuicios, viajando, o la reverencia excesiva por la autoridad erudita, entendiendo que erudición no es lo mismo que sabiduría. La educación corriente, por desgracia, se basa más en la primera que en la segunda.

El quinto capítulo es el menos interesante a mi parecer. Se dedica al filósofo alemán Arthur Schopenhauer, uno de los mayores pesimistas de la historia de la filosofía, que hacía de nuestra existencia un episodio fútil y perturbador en la dichosa paz de la nada. Viajero, orientalista, amante frustrado, solitario y sólo al final de su vida autor de relativo éxito, mantuvo sus relaciones más cercanas con un grupo de caniches de los que fue tierno propietario. Schopenhauer es el descubridor del principio de la voluntad, el impulso de vivir que se halla detrás del amor, al que reducía a ser tan sólo la manifestación consciente del instinto reproductivo. Su peculiar doctrina de la neutralización recíproca de los amantes, explica más el tedio matrimonial y el divorcio que el amor y su mirada de entomólogo sobre la sociedad humana resulta consoladora tan sólo porque desecha la felicidad como parte del plan de la vida.

El último capítulo se ocupa de la vida desgraciada de un hombre solitario y con escaso éxito social: Friedrich Nietzsche. Lo verdaderamente importante en la vida y la obra del filósofo alemán es su no renuncia a la plenitud, a pesar de las circunstancias. Schopenhauer, que fue su maestro por un tiempo, explicaba que la esencia del saber filosófico venía dada por la observación de Aristóteles en la Ética a Nicómaco: "El hombre prudente persigue la liberación del dolor, no el placer". Para Nietzsche esto es tan timorato como falso. Su obra, analizada aquí magistralmente, se encarga de mostrarnos la ligazón indisoluble entre placer y dolor, y cómo la plenitud (no la felicidad) se alcanza a partir de la renuncia a la “negación” de una parte importante de la vida.

Luis F. Navarro (lufena@ya.com)

Paradigmas filósoficos

Paradigmas filósoficos Las consolaciones de la Filosofía
Alain de Bottom

Madrid, Taurus, 2001

“Vana es la palabra de aquel filósofo que no remedia ninguna dolencia humana”

Con esta cita de Epicuro se presenta esta obra que fue el primer libro que me puso en contacto con la práctica filosófica. No es un tratado epistemológico sobre la cuestión. No es un libro muy “técnico” o sesudo. Pero es un libro ameno e interesante, de muy fácil lectura. Por eso lo reseño y recomiendo como una buena introducción.
De Bottom, puede ser con Lou Marinoff, el filósofo práctico más reconocido de la actualidad. Autor de éxito, ha realizado también series documentales para la BBC basadas en su obra y es investigador adjunto del programa de filosofía de la Escuela de Estudios Avanzados de la Universidad de Londres.

El Título

En efecto, Boecio. Anicius Manlius Torquatus Severinus, político y filósofo romano nacido el 480 y hombre feliz hasta el año de su caída en desgracia, el 522, acusado de conspiración contra el rey Teodorico. Encarcelado en Pavía, escribe su famoso De consolatione philosophiae, junto con la Biblia el libro más leído en la Edad Media. De él tenemos tenemos una resonancia (poco eufónica en cuanto a la traducción) en el título de la obra de de Bottom.

El Contenido de la obra

Seis capítulos sin un sólo prefacio o introducción, sin epílogo o resumen. Seis problemas, seis filósofos, seis formas de enfrentarse a otras tantas dolencias comunes: la impopularidad, la falta de recursos materiales, la frustración, la ineptitud, el corazón partido, la desgracia. En cada parte tenemos la descripción de un conflicto y su afronte paradigmático, el análisis de ciertos males humanos y su tratamiento doctrinal. Seis doctrinas y seis vidas que se cuentan y exploran, se juzgan y se explican y parecen servir para cumplir con esa intención práctica. Sócrates, Epicuro, Séneca, Montaigne, Schopenhauer y Nietzsche. Buena panoplia. La filosofía, en suma, y su propósito más importante: ayudarnos a vivir mejor.

El primer capítulo está dedicado a Sócrates y a la lección practica que entraña su valerosa asunción de la muerte. El tema, claro, es la fortaleza de las propias convicciones y nuestra fidelidad a ellas. ¿Qué lleva a un hombre a la entereza que demostró en el juicio y en el cumplimiento de la condena? Sin duda, la filosofía. La filosofía que había provisto al filósofo ateniense de la confianza racional necesaria para afrontar la desaprobación social y la condena del estado. La misma filosofía que le había llevado a ejercer la crítica y a cuestionar el statu quo que asocia lo corriente con lo correcto.

El segundo capítulo versa sobre Epicuro y el modelo de vida sencilla y placentera que nos proporcionan con su vida y su obra. Consuelo para la vida sin recursos es el examen racional de nuestros deseos y de las auténticas fuentes de la vida feliz. El análisis sereno de Epicuro apacigua el espíritu y nos convence de que los gustos simples producen igual satisfacción que un tren de vida suntuoso. “A quien un poco no basta, a ése nada le basta” -decía el maestro de El Jardín. La felicidad puede ser difícil de alcanzar, pero los principales obstáculos no son, sin duda, materiales.

El tercer capítulo está dedicado a nuestro paisano, el filósofo cordobés Séneca. Hombre de fuste y final socrático, su obra nos sirve para luchar contra la frustración, en cuyo corazón anida siempre una estructura básica: la colisión de un deseo con una realidad inquebrantable. Para Séneca, si alguna posibilidad tenemos de alcanzar la sabiduría es aprendiendo a no agravar la terquedad del mundo mediante nuestras propias reacciones. Soportamos mejor aquellas frustraciones que comprendemos y para las que nos hemos preparado. Nos causan más daño, en cambio, aquellas que no esperábamos y no acertamos a comprender. La filosofía ha de ayudarnos reconciliándonos con las auténticas dimensiones de la realidad, para así ahorrarnos, si no la propia frustración, al menos la corte de emociones perniciosas que la acompañan.
Pero no basta con esto, ni se pretende en el estoicismo que aceptemos sin más todas nuestras desdichas. Pocas serían en ese caso las conquistas humanas. El motor de nuestro ingenio es la pregunta "¿tiene que ser así?", de la que se derivan reformas políticas, avances científicos, relaciones perfeccionadas o mejores libros. Por desgracia las facultades mentales consagradas a la búsqueda incesante de alternativas son difíciles de detener. La sabiduría consiste en discernir cuándo somos libres de moldear la realidad según nuestros deseos y cuándo hemos de aceptar con tranquilidad lo inalterable.

El cuarto capítulo nos habla de Michel de Montaigne, hombre de vida acomodada, gran lector, que encerrado en su torre biblioteca era feliz. La lectura era el consuelo de su vida, en efecto, pero el Montaigne lector declara: “Sólo me agradan a mí los libros amenos y fáciles, que me divierten, o aquellos que me consuelan o aconsejan para ordenar mi vida y mi muerte”. No hay nada más afín a la filosofía práctica.
De Montaigne considera la peor de nuestras enfermedades el autodesprecio. Nadie hay completamente inepto para ello. Su obra es útil para ponernos en el lugar adecuado, ni muy alto ni muy bajo, ni muy espiritual tampoco. Nuestra existencia corporal es una parte esencial de nuestro ser, no hay ignominia en ello. El cuerpo no puede ser negado ni superado. Sí pueden, en cambio, superarse los prejuicios, viajando, o la reverencia excesiva por la autoridad erudita, entendiendo que erudición no es lo mismo que sabiduría. La educación corriente, por desgracia, se basa más en la primera que en la segunda.

El quinto capítulo es el menos interesante a mi parecer. Se dedica al filósofo alemán Arthur Schopenhauer, uno de los mayores pesimistas de la historia de la filosofía, que hacía de nuestra existencia un episodio fútil y perturbador en la dichosa paz de la nada. Viajero, orientalista, amante frustrado, solitario y sólo al final de su vida autor de relativo éxito, mantuvo sus relaciones más cercanas con un grupo de caniches de los que fue tierno propietario. Schopenhauer es el descubridor del principio de la voluntad, el impulso de vivir que se halla detrás del amor, al que reducía a ser tan sólo la manifestación consciente del instinto reproductivo. Su peculiar doctrina de la neutralización recíproca de los amantes, explica más el tedio matrimonial y el divorcio que el amor y su mirada de entomólogo sobre la sociedad humana resulta consoladora tan sólo porque desecha la felicidad como parte del plan de la vida.

El último capítulo se ocupa de la vida desgraciada de un hombre solitario y con escaso éxito social: Friedrich Nietzsche. Lo verdaderamente importante en la vida y la obra del filósofo alemán es su no renuncia a la plenitud, a pesar de las circunstancias. Schopenhauer, que fue su maestro por un tiempo, explicaba que la esencia del saber filosófico venía dada por la observación de Aristóteles en la Ética a Nicómaco: "El hombre prudente persigue la liberación del dolor, no el placer". Para Nietzsche esto es tan timorato como falso. Su obra, analizada aquí magistralmente, se encarga de mostrarnos la ligazón indisoluble entre placer y dolor, y cómo la plenitud (no la felicidad) se alcanza a partir de la renuncia a la “negación” de una parte importante de la vida.

Luis F. Navarro (lufena@ya.com)

El radiofonista pirado que desenterraba filósofos para explicarse el mundo.

El radiofonista pirado que desenterraba filósofos para explicarse el mundo. Buenas noches.

Como si del mismo libro se tratara, en emisión nocturna improviso esta reseña para los weboyentes y los miembros de la lista de correos...

Primero, los datos bibliográficos:

Chema Sánchez Alcón
El radiofonista pirado que desenterraba filósofos para explicarse el mundo
Madrid, Anaya, 2001, 222 págs.

Ahora, a leer...

Se trata de una novela de "terrible actualidad", porque en ella se ve el valor de la Filosofía y cómo el Sistema en el fondo no la aprecia demasiado.

La introducción que le hace Marina en su presentación y su prólogo son ya motivadoras, pero no le llegan ni de lejos a el "prólogo de un sueño" en el que Chema describe cómo el protagonista llegó a embarcarse en la aventura de hacer un programa clandestino de radio sobre Filosofía por las noches... El hilo de la novela lo lleva la explicación filosófica y el transcurrir de las noches filosóficas del programa, la aparición de distintos oyentes y la transformación vital de todos los participantes.

Chema plantea en este libro una auténtica definición de la Filosofía como pregunta interminable, insaciable, inconformable, y una asunción de la humanidad más allá del mercado, la norma social o el individualismo.
Plantea la necesidad de pensar desde la Historia de la Filosofía y de pensar más allá de lo que dijo, vivió o pensó cualquier filósofo de la historia, haciendo un pensamiento propio, construyendo las propias preguntas.
Plantea también la utilidad de un guía y la necesidad de que este guía se inhiba y deje surgir al pensamiento autónomo de los "filósofos recién nacidos", de las personas que están comenzado a hacerse preguntas.
Plantea también la necesidad del diálogo y del grupo para preguntarse los unos a los otros, para preguntarse juntos, para responder tentativamente...

Tenía la tentación de copiar algunas de las frases que he ido subrayando, llenas de sentido crítico, incisivas, creativas... pero no quiero adelantar gran cosa, quiero provocar la lectura del libro y no fusilarla. Por eso hablaré de lo que puede verse en el índice, no más, y de lo rico que podría ser su uso en el aula.

El libro, como dije antes, tiene una presentación y prólogo de José Antonio Marina, un "Prólogo de un sueño", del mismo autor, que forma en sí parte de la novela, introduce la situación y nos coloca en el disparadero, y dos grandes secciones en las que se agrupan los capítulos, aquí denominados "noches".

La primera sección, "Historias nocturnas de Filósofos desenterrados", lleva de la noche 1 a la noche 22, desde el origen de la filosofía hasta Marx, programa de radio tras programa de radio, exposición y debate, intervenciones y anécdotas... ¡ah, sí!, dedica unas cuantas noches a Platón y a la aplicación del mito de la caverna a distintos aspectos de la sociedad actual.

La segunda sección, "Historias nocturnas de Pensadores Recién Nacidos", lleva de la noche 23 a la noche 29, en las que los oyentes del programa ya han completado su metamorfosis en filósofos y las exposiciones del radiofonista ceden el paso a los intereses del grupo... hay una hermosa reflexión sobre saber y poder, sobre el magisterio y el crecimiento...

Al final hay una breve cronología.

Deberían leer este libro los responsables (políticos o no) de la educación, para que entendieran el valor de la Filosofía, deberíamos leer este libro todos los docentes para encontrarle mayor sentido a nuestra tarea, deberían leer este libro alumnos y alumnas, trabajarlo en las aulas, discutirlo o imitarlo, debería leer este libro el público en general (no se puede negar que me ha gustado, ¿verdad?

A pesar de ser un libro que hace un recorrido histórico, es una introducción al sentido del filosofar, por lo cual no lo ligaría nunca a una asignatura de Historia de la Filosofía, sino que lo aconsejaría para una lectura previa a cursar ese tipo demateria, bien sea una lectura libre, bien en el marco de la actual Filosofía I.

Me voy a callar ahora. Es tarde. Lo veréis por la hora de publicación del post en la weblog o la hora del correo electrónico.

Leedlo, merece la pena.

Carlos P.

El buho nival se solidariza con la lechuza hispana...

El buho nival se solidariza con la lechuza hispana... ...y el buho real, el de las cejas levantadas, y las lechuzas ratoneras de todos los continentes, y la metálica lechuza del euro griego...

... todos los buhos y lechuzas que saben pensar ...

Seis preguntas de Sócrates



Entre los últimos libros que he leído en español, éste me parece uno de los más interesantes, aunque me gustó más (le tengo más cariño) al primero del mismo autor, Socrátes Café. Un soplo fresco de filosofía, donde el autor, Christopher Phillips, intercalaba las aportaciones más interesantes de los intervinientes a sus cafés filosóficos en cafeterías, escuelas, residencias de ancianos, parroquias, cárceles, etc, con pequeñas reflexiones y apuntes explicativos. Un enfoque original (la mezcla de las reflexiones de los "filósofos naturales" de los cafés con las referencias bibliográficas y mini-apuntes eruditos del autor). En este segundo libro mucho más ambicioso, el autor sistematiza el resultado de numerosos cafés filosóficos por diversos países del mundo (entre ellos, España, pero también Corea, Estados Unidos, México,...) alrededor de seis temas nucleares y expone la visión diferente de cada una de las culturas sobre esos temas.

Addenda: En el enlace al libro anterior de Phillips, os vinculo con la página del filocafé de Marchena, donde incluí algunos libros interesantes de divulgación filosófica con una muy breve reseña, por si interesa.

Información sobre cómo iniciar un café filosófico:
-Sección en español de la página de Phillips
-El Club de los Filósofos
- Vídeo sobre los cafés filosóficos (en inglés)
- Programa de radio sobre los cafés filosóficos de C. Phillips (en inglés)


La síntesis de la editorial:

Seis preguntas de Sócrates
CHRISTOPHER PHILLIPS

Subtítulo: Un viaje por la filosofía del mundo
Colección: TAURUS PENSAMIENTO
Fecha de publicación: febrero de 2005
TRADUCIDO POR VICTORIA E. GORDO DEL REY

¿Qué es la Virtud? ¿Qué es la Moderación? ¿Qué es la Justicia? ¿Qué es la Bondad? ¿Qué es el Coraje? ¿Qué es la Piedad? Sócrates pensaba que intentar comprender el mundo desde las reflexiones sugeridas por estas seis grandes preguntas le ayudaría a convertirse en un hombre mejor. En Seis preguntas de Sócrates, Christopher Phillips retoma ese punto de partida y lo plantea en diversos contextos y circunstancias culturales actuales. Este método de reflexión tan poco convencional sorprenderá al lector.

El libro comienza preguntándose por la virtud en los restos de un antiguo mercado de Atenas y sigue en una reserva de indios Navajo donde resulta que la virtud, denominada hozho, implica un sentido del orden y de la armonía similar al empleado por los antiguos griegos. La historia continúa en Detroit, donde Phillips debate sobre qué es la moderación con un grupo de veinte mujeres musulmanas que explican la noción coránica del punto medio o del equilibrio entre los extremos.

A lo largo del viaje, el autor aprende tanto de los filósofos del Oeste norteamericano como de los antiguos griegos, de Nietzsche y de las tradiciones filosóficas de tribus americanas nativas, de las culturas asiáticas y del mundo islámico. Así, Phillips demuestra cómo las grandes preguntas son inseparables de unos usos políticos adecuados. Del mismo modo, la cuestión sobre la piedad adquiere un particular e intenso significado para un grupo de católicos que debaten sobre los abusos sexuales practicados por un sacerdote. Las seis preguntas de Sócrates abren, sin duda, la mente y reivindican la idea de la filosofía no como ejercicio académico o histórico, sino como forma de pensar cómo vivir hoy.