El arquero
Somos como arqueros y tenemos un blanco. Ese blanco es la vida que queremos vivir, el bien que se persigue por sí mismo. Eso dice Aristóteles, comenzada su Ética a Nicómaco.
Antes de disparar, piensa la trayectoria idónea, eleva el mástil, hasta una altura justa tensa con proporción la cuerda, con tacto sumo y delicado suelta la presa de tus dedos.
Pues cuál es esa vida y cuál es ese bien sin investigación no puede asegurarse.
¿Qué pasa en nuestro mundo? ¿Por qué no se ha entendido la lección de Aristóteles? ¿Por qué quiere acabarse con la investigación? ¿Por qué dejar a ciegas al arquero?
Luis Fernández Navarro
2 comentarios
Felicidad -
Lo interesante es lo de antes, sobre todo buscar el blanco.
antonio -