El papel de los sentimientos en Educación (respuesta a Antonio)
Antonio, creo haber mostrado con claridad en varias ocasiones las bases afectivas de la conducta humana, incluyendo las relacionadas con el conocimiento. No hay educación posible, por tanto, que descuide esas raíces de lo que somos.
Pero una cosa es eso y otra admitir que el abordaje directo que pone a los sentimientos como objetivos, como contenidos (actitudinales, procedimentales, conceptuales) y como principal criterio de evaluación (y de promoción y de titulación) sea el único posible o el mejor.
Más nos valdría recordar cómo se exaltaban los valores emotivos de la mujer (sensibilidad, instinto maternal, ternura...) para recluirla a una condición de inferioridad. ¿No pasará algo parecido hoy con los alumnos de barriada marginal fetichizando sus costumbres, su entorno, sus formas de expresión?
Hablas de cómo las nuevas pedagogías han incorporado elementos emocionales y "cordiales". No conozco a Noddings, pero desde luego nada tiene que ver la pedagogía de Freire con la que se critica en la fábula. Es más, estoy convencido de que la pedagogía objeto de la sátira fabulada cercena las posibilidades de una verdadera educación afectiva sana. Por muchos motivos en los que prefiero no detenerme ahora (para evitar además un síncope gabrielino). Es un bonito tema para discutir.
Mi inhibición actual no me impide invocar al maestro Ferlosio para que desvele algunos de esos motivos. Se trata de una columnita publicada en El País y se titulaba Fuera papás. Defiende que la educación anterior atendía mejor las necesidades afectivas del adolescente.
4 comentarios
Carlos Estacio -
antonio -
Carlos Estacio -
Algún día, con más tiempo, hablaré de un autor interesantísimo, Rof Carballo, en mi opinión poco apreciado, que habla de la urdimbre afectiva humana.
Luis -