1. Has de asumir tu insuficiencia para definir y gestionar tus problemas. Asume que eres vulnerable y que tú sólo no puedes hacer frente al dolor.
2. Aunque no lo quieras reconocer eres víctima de inercias internas ciegas e inconscientes que te robotizan provocándote y provocando sufrimiento. La resistencia a admitirlo es la manifestación más evidente de tu inconsciencia y autodesconocimiento. Asume que estás enfermo.
3. Tu eres el único responsable de lo que te ocurre y cómo te sientes.
4. Tus frustraciones y dolores son llamamientos a cuidarte de ti, es decir a iniciar una o varias terapias y perseverar sine die hasta la sanación definitiva.
5. Tú eres el culpable de tus enfermedades físicas, expresión inequívoca de tu psique enferma.
6. Revisa tus dependencias: tu felicidad sólo ha de depender de ti y tú no dependes de nadie.
7. Sé flexible. Mantén todas las opciones abiertas y no te niegues nuevas oportunidades.
8. Si estas ansioso es porque no tienes suficiente seguridad en ti mismo, es decir en tus psicoterapeutas. Déjanos que gestionemos tu psique.
9. La hiperinflación de pensamiento y tus constantes juicios críticos son tu peor enemigo. Tú no eres tu mente. No te protejas.
10. Sé auténtico. Sé tu mismo. Conéctate a tu yo genuino, a tu voz interior.
11. Lo más importante es que aprendas a mantener tu autoestima bien alta y a sentirte bien contigo mismo y eso no depende de más juez que tú.
12. Vive intensamente el aquí y ahora. El pasado y el futuro no existen. No dejes que te esclavicen.
13. Asume abierta y desinhibidamente tus sentimientos. No los reprimas.
14. No dejes que otros definan por ti lo que es correcto e incorrecto. Desconviértete v despréndete de de los valores e ideales que limitan el gozo de la vida.
15. Llora. ¡Por fin te estás liberando!...
de Buenamente: a propósito del valor y los límites de la psico-espiritualidad "new age".
A. Pino